miércoles, 14 de enero de 2009

La "Suerte de Varas", por D. Tomás Prieto de la Cal.

Artíulo publicado en el último numero de la revista de la Asociación Cultural Taurina "El Cerro de San Albin" de Mérida.

El ganadero onubense D. Tomás Prieto de la Cal, explica a continuación la suerte del toreo más emocionante y abandonada, LA SUERTE DE VARAS.

La suerte de varas es, para mi como ganadero, la más bonita de todas, siempre que se haga bien, e indicadora clara de la bravura del toro; además el entender y disfrutar de esta suerte supone, para la persona ajena a este mundo, el porqué de la existencia del toro bravo, la defensa máxima de nuestra fiesta nacional, en la que el toro tiene el HONOR de morir en una plaza de toros defendiendo con GALLARDÍA su sangre, su estirpe y su bravura. ¿O es que otra especie animal, león, tigre etc..., la que ustedes quieran, es capaz después de recibir una vara, de volver a acometer con más ferocidad al picador y cada vez más?.

El problema viene, para aquel que considera esta suerte como un MAL necesario, es más, el problema mayor es si esta persona se considera “aficionado”, En este caso este individuo desconoce la esencia de la bravura, y por tanto defiende una fiesta donde el toro es una mera comparsa, el espectáculo un teatro, un ballet y por tanto una FARSA.

Como he dicho al principio, es para mi la suerte más bonita y más emocionante del toreo, pero siempre que se haga bien, cosa harto difícil en nuestros tiempos. Para que ello sea posible hacen falta 3 PILARES y, además entendimiento entre los TRES :UN TORO BRAVO, UN PICADOR Y UN LIDIADOR. Empecemos por el último; se necesita que el torero tenga intención de hacer la suerte de varas, y por tanto colocar al toro en el sitio adecuado, y si tuviese condiciones, cada vez más lejos. Lógicamente, el torero sacrifica parte de su lucimiento, y con gran generosidad le da protagonismo al TORO.

Además tiene haber hecho mucho campo para saber en cada vara, el lugar en que ha de colocar el TORO. A estos toreros habría que hacerles un monumento, que para un buen aficionado podría consistir en tratarles con el MÁXIMO RESPETO en todas sus actuaciones (incluso si no tienen su día) por ser buenos profesionales, y generosos con el que después debe ayudarles al éxito y por darle la debida importancia a una suerte que verdaderamente la tiene.

Fíjense si el picador es importante que incluso teniendo un toro bravo y un torero dispuesto a lucirlo, si el picador no sabe hacer la suerte, todo se desmorona, no habría suerte de varas. El Picador tiene que saber montar a caballo con aptitudes, que se mueva bien (que no sea una pared andante ni un marmolillo) y tanto picador como caballo tienen que ser valientes. Hoy en día que los ganaderos se quejan tanto (muchas veces con razón) de los picadores, les puedo decir que hay buenos profesionales que saben y quieren hacer la suerte y tienen las aptitudes que yo he dicho antes, lo que ocurre es que como pasa en mi gremio, el malo y el regular casi siempre sale más a las plazas que el bueno, y eso es una pena.

Y en último lugar dejo al principal mimbre de la suerte de varas que como siempre es el TORO. Aquí hay poco que hablar pues el TORO BRAVO, aquel que acude alegre al cite, y “recarga” en la suerte y toma la última vara mejor que las anteriores, ese sí que desgraciadamente sale muy de vez en cuando a las plazas (cada vez menos), pues solo le interesa que salga al aficionado., a algunos ganaderos y a los buenos profesionales (los menos). Eso sí, queridos amigos, cuando sale y se le ve en una gran suerte de varas acaba con el cuadro y es capaz de emocionar incluso a sus enemigos.

Para despedirme, deciros que Dios quiera que esta grandiosa suerte de varas, la veamos cada vez más frecuentemente pues supondría que la Fiesta Nacional va a más, que el toro bravo nunca desaparecerá; si no malos augurios supondrían...y yo he sido siempre optimista por naturaleza.

Un fuerte abrazo a todos.

D. Tomás Prieto de la Cal Picón

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